Islandia son sus paisajes salvajes. Sus volcanes y playas kilométricas de arena negra. Sus lenguas glaciares y lagos helados. Sus géiseres y baños geotermales. Son sus personas. Serias y educadas. Su fauna desbocada, corriendo libre mientras la lluvia salpica los campos, montañas, colinas y llanuras. Sus tropecientas foss, cataratas. Sus increíbles auroras boreales o su reconfortante sopa de langosta. Una aventura loca. Maravillosa.
Aquí os dejamos nuestro itinerario de Islandia en una semana. Veréis que hay algunas cosas de color rojo, esos son lugares de interés a los que querríamos haber ido pero no pudimos y queremos recomendarlos. No pudimos ir o bien por el mal tiempo, porque el vehículo no era el adecuado o porque nos faltaron un par de días más. En una semana se puede dar la vuelta a la isla perfectamente pero con 12 días podéis añadir la península de Snafellsnes y visitar, por ejemplo, Arnastapi, la entrada al centro de la tierra de Julio Verne.
Día 1
El primer día llegamos a las siete de la tarde porque cogimos el vuelo más barato que encontramos (100 euros ida y vuelta con Norwegian) así que solo nos dio tiempo de recoger la campervan (podéis encontrar más información en el post “Tips Islandia”).
El aeropuerto de Keflavik está a 49 kilómetros de Reikiavik (30 min), así que pasamos la noche en el Reykjavik Camping Site Laugarlandur.
Día 2
- Strokkur/Geysir: con un lapso de 5 minutos el agua brota con fuerza desde las entrañas de la tierra y sube hasta el cielo. Es un espectáculo de la naturaleza y pudimos disfrutarlo casi a solas. Geysir es el más antiguo hasta la fecha y solía lanzar agua hirviendo hasta 80 metros de altura (en el 2000, durante un terremoto, alcanzó los 122 metros), pero ahora no sale agua porque los turistas arrojaban piedras dentro. Otro ejemplo del daño que hacemos por no respetar los lugares a los que vamos.
- Gulfoss: esta cascada podéis verla desde arriba y luego bajar justo en medio de la caída de agua. Es de las más impresionantes porque la tierra se abre a la mitad, erosionada en forma de columnas y la inmensa cascada se abre paso hacia su interior.
- Keldur: Aquí podéis ver las típicas turf houses. La carretera está perfecta hasta que llegáis a un tramo de unos 5 minutos de tierra, piedras y agujeros. En verano cobran 1.200 ISK (9 euros) la entrada.
- Seljalandsfoss: al estar al lado de la carretera hay mucha gente, comparado con el resto de paisajes inhóspitos y desiertos de la isla. Si aparcas justo en el parking de delante te cobrarán 700 ISK (5 euros), pero podéis aparcar gratis en el parking antes de llegar, justo en el desvío (hay una estatua de frailecillo). Esta catarata es increíble porque se puede pasar por detrás y rodearla por completo. Nosotros nos empapamos porque hacía mucho viento ese día. El camino está bien pero al ser barro y piedras mojadas hay que tener cuidado.
- Glufrafoss: está al norte de Seljalandsfoss, escondida tras una grieta en la pared rocosa. Vale mucho la pena acercarse hasta aquí y es fácil pasarla por alto.
- Skógafoss: la vista desde abajo es la más impresionante, sobre todo a medida que te acercas porque tiene 60 metros de altura. También hay unas escaleras a mano derecha para subir y ver cómo cae desde arriba. Las vistas no son muy buenas pero ya que vais pues no está de más. En el parking de esta cascada hay un camping y podéis pasar la noche allí, además hemos visto muchas fotos de gente que ve las auroras boreales en este lugar. Aunque no lo hayamos hecho os recomendamos que paséis la noche aquí.
- Seljavallalaug hot pot: se trata de la piscina más antigua de toda Islandia. Se construyó para que la gente aprendiera a nadar ya que muchos eran marineros. Deberéis coger la carretera 242 en dirección Seljavellir y después dejar el coche en el parking. La carretera es de tierra y piedras. Desde allí son unos 20 minutos caminando.
- Avión estrellado (Sólheimasandur Plane Wreck): se encuentra abandonado en medio de la nada, en una playa de arena negra de difícil acceso. Desde la Ring road (1) hay un desvío a la derecha después de pasar la 221 hacia Solheimajökul. La entrada no está señalizada pero veréis coches aparcados en la entrada (Sólheimasandur Parking). Tendréis que caminar 4 kilómetros hasta el avión (45 minutos). Estas son las coordenadas 63 27.546-19 21.887.
- Dyrhólaey: el camino para llegar hasta el faro y poder ver los arcos de piedra es exclusivo para 4×4 porque se trata de una carretera F. Se puede aparcar en el parking y hacer la ruta caminando, hay senderos marcados.
- Reynisfjara: es una playa enmarcada entre acantilados donde podréis ver enormes columnas de basalto escalando la pared vertical.
- Vik: un pueblo con una playa de arena negra kilométrica y una vistas increíbles desde la iglesia, en lo alto del pueblo. Dormimos en el Vik Campsite
Día 3
- Skaftafell: cascada Svartifoss (cascada con columnas de basalto). 1,5 horas de trekking fácil por el parque nacional. 3,7 kilómetros.
- Vatnajökull: es el glaciar más grande de Islandia. Podréis verlo desde diferentes ángulos pero os recomendamos que os acerquéis a ver la inmensa lengua helada.
- Jökulsárlón y Fjallsárlón: lago de glaciares. En las P de parking señalizadas en la carretera antes de llegar a Jökulsárlón se pueden ver unas escenas increíbles de los bloques de hielo flotando en el lago. Al menos cuando fuimos nosotros pudimos ver muchísimos bloques de hielo a la deriva. Desde Jökulsárlón hacen excursiones a la cueva de hielo.
- Diamond beach: al lado de Jökursárlon hay una playa de arena negra plagada de enormes trozos de hielo. Vale la pena acercarse.
- Höfn Campsite: las duchas del camping son de pago 50 ISK (0,40 euros).
Día 4
Fiordos del este: las vistas desde la carretera son increíbles y podréis encontrar muchos hot pots (Mjóifjörður, Djúpivogur) para refrescaros.
- Seydisfjordur. Las vistas desde la carretera son preciosas porque pasas por la cima de la montaña, pero había tantísima nieve y niebla que pasamos un mal rato. Por lo visto hay un lago enorme, que estaba congelado por completo y cubierto de nieve, según vimos en el mapa. Pero vale la pena porque el pueblo es super pintoresco.
- Egilsstadir: Las piscinas públicas tienen unas instalaciones cuidadas y modernas. Normalmente cuentan con una principal donde la gente hace natación y después los hot pots, que son piscinas más pequeñas con agua a 40ºC. Y un cubo de agua a 3ºC, en el que se meten enteros después de salir del hot pot. Son vikingos, claro. Piscina 900 ISK (7 euros) por persona. Egilsstadir Campsite.
Día 5
- Detifoss. El parque nacional es increíble. Cada dos kilómetros nos parábamos a hacer fotos y disfrutar el paisaje. La carretera es nueva y está genial. Cuando llegas al parking hay un camino señalizado con sticks rojos (en invierno la nieve cubre los tobillos) y un desvío: 400 metros hasta la cascada Selfoss y 600 metros hasta la cascada Detifoss. Esta última es la más caudalosa de europa. Recomendamos ir primero a la más cercana y dejar lo mejor para el final.
- Cráter Vití: dependiendo de la época del año que vayáis quizás podréis subir o no, ya que suele haber hielo y nieve en la carretera. Cuando fuimos había algo de hielo pero nuestra campervan, y sus maravillosos clavos en las ruedas, nos llevaron hasta la cima.
- Sulfaratas de Hverir: si tenéis problemas respiratorios os recomendamos no caminar entre las sulfaratas porque el olor a azufre es muy fuerte. Cuidado con la dirección del viento y todo irá bien.
- Myvatn: aquí viene el debate. Las piscinas naturales geotermales como Myvatn o Blue Lagoon están masificadas. Han construido una infraestructura a su alrededor que las priva de cualquier encanto y cobran un precio desorbitado por entrar. ¿Qué ofrecen? Una piscina, como si fuera pública, con sus escaleras, camareros y tumbonas. Vamos, una atracción. Os hemos dejado los enlaces para que veáis de lo que hablamos.
- Grjótagj: en esta cueva se grabó la escena de sexo de Ygritte y Jon Snow de Juego de Tronos. Son unas cuevas de aguas geotermales. Antes los vecinos del lugar iban allí a bañarse pero ha subido tantísimo la temperatura del agua que podrías abrasarte, por eso han prohibido bañarse.
- Húsavik: este pueblo pesquero es conocido por ser enclave de avistamientos de ballenas y frailecillos. Los tours comienzan en mayo hasta septiembre. Os recomendamos que si os interesa hacerlo elijáis un tour que respete a estos animales. Algunos tenían nombres como “Whale safari”, lo cual de entrada no suena nada bien. La carretera desde Myvatn a Húsavik está bien hasta que llegas a un tramo no asfaltado con rocas. Parece que nunca se acaba pero después de un par de kilómetros se retoma el asfalto. Nosotros íbamos con especial cuidado porque la campervan era de alquiler y no habíamos cogido seguro anti grava, cosa fundamental en Islandia. Aunque vayáis con todo el cuidado del mundo, los islandeses van bastante rápido con sus 4×4 con ruedas monstruosas y les da igual. Hay otra carretera, la 85, a 5 kilómetros de Godafoss que lleva a Húsavik y está en perfecto estado. Húsavik Campsite.
- Oskatar (the cheese tub): es una vieja tina de queso que han convertido en bañera termal. Se encuentra a la afueras de Husavik y si habéis pasado un día frío os recomendamos calentaros allí.
Día 6
- Godafoss: también recibe el nombre de “la cascada de los dioses» porque cuando se declaró la cristianización de Islandia se arrojaron los iconos paganos al interior de la cascada.
- Akureyri: Las vistas al otro lado del pueblo, en la carretera, son muy bonitas: las montañas nevadas y el mar, en sintonía, bajo el sol. Es la segunda ciudad más grande después de Reikiavik. Es la “capital» del norte.
- Hofsos: Dispone de dos piscinas, una pequeña a 38 grados y una grande a 35 grados con vistas a las montañas nevadas. Su atractivo principal es que al estar al lado del mar da la sensación de infinity pool.
- Varmahlid: Varmahlid Campsite.
Día 7
Reikiavik: si vienes desde el norte de la isla tienes dos formas de llegar a la capital: o tomas la carretera que circunvala el fiordo, o cruzas el túnel submarino que cuesta 1.000 ISK (8 euros). Nosotros no nos dimos cuenta hasta que llegamos al túnel, pues en la señales no se indicaba que fuera de pago. Antes de entrar hay un peaje y después un túnel de 5 kilómetros que baja hasta las profundidades del mar y luego sube, sube, sube hasta la superficie de nuevo.
Intentamos quedarnos a domir en el Reikiavik Campsite Laugardalur, como en nuestra primera noche en Islandia, pero nos dijeron que teníamos que pagar, así que nos fuimos a dormir al parking de la piscina de al lado. No tuvimos problema, nadie nos llamó la atención, pero no sabemos si está prohibidísimo hacer esto. La piscina de Laugardalur, que está justo al lado, es la más grande de la ciudad, y aunque es un poco más cara vale la pena. Tiene unas instalaciones impresionantes y cuesta 980 ISK (8 euros) por persona.
Día 8
¿Qué hacer en Reikiavik? Os damos algunas ideas
- Dar una vuelta por el puerto antiguo.
- Contemplar el Harpa, el teatro de ópera.
- El viajero del sol: es una escultura que simula una mezcla entre una barca vikinga y una ballena. Se ha convertido en el icono de la ciudad.
- El otro icono de la ciudad: el edificio más alto de Reikiavik, Hallgrímskirkja.
- Daros una vuelta por el punk museum.
- La catedral de Reikiavik.
- The Unknown Bureaucrat, una estatua de los más inusual.
- Dar un paseo a orillas del lago Tjörmin.
- Cruzar por delante del Ayuntamiento.
- Landakotskirkjia. En Islandia la mayoría de las iglesias son luteranas, os daréis cuenta porque por dentro están prácticamente vacías y no gozan de muchos lujos. Pero esta última es cristiana.
Imprescindible:
- Comer una sopa de langosta (la mejor del mundo) en el Seabaron (Saegreifinn) por 1.350 ISK (11 euros).
- Pedir un perrito (o dos) en Baejarins Beztu Pylsur, designado como el mejor perrito de Europa por 450 ISK (3 euros).
- Tomar algo en el Braud & Co. Es la panadería más hipster de la ciudad, si vas puede que encuentres hombres con larga barba y los brazos tatuados. Además los dulces están de vicio, muy buenos. Hay tres repartidas por la ciudad. La que está cerca de Hallgrímskirkja tiene la fachada llena de grafitis de colores. Un croisant y un dulce de crema, manzana, canela, avellanas y azúcar nos costó 1.350 ISK (11 euros).
- Beber algo fresquito en el bar Gaukurinn. Los martes hacen karaoke y los lunes noche abierta de cómicos (gratis). En la happy hour (de 16 a 21 horas) los precios de la cerveza rondan los 1.100 ISK (9 euros).
Impresionante viaje, se agradece los datos y lugares reseñados con información útil y precisa. Sigan así y espero otra publicación pronto¡¡¡¡…Yo intentaré viajar el próximo año en Semana Santa….
Genial post! Islandia es un país precioso sin duda!
Jonatan! Recomendadísimo al 100%. Naturaleza salvaje, paisajes de infarto y se puede hacer barato. Anímate 😉