Quién no ha soñado alguna vez con los viajes de Marco Polo a través del desierto, las historias de las Mil y una Noches, las enormes cúpulas adornadas con mosaicos azul turquesa, las infinitas caravanas de camellos desfilando sobre las dunas mientras se pone el sol o el incesante regateo en los bazares. Historias que solo ocurren en nuestra imaginación o que hemos visto en las películas y que se pueden hacer realidad.

05-Uzb-Samarcanda-Plaza-del-Registan-0011La Ruta de la Seda es una milenaria red de caminos comerciales que se extendía desde Xian en China hasta las puertas de Europa en Constantinopla. Medio Oriente era la última parada antes de llegar a Estambul. El término “Ruta de la Seda” fue designado en 1877 por un geógrafo alemán, Ferdinand Freiherr Von Richthofen. La ruta recibe este nombre por la preciada mercancía que circulaba desde el siglo I a.C. por estos caminos: la seda. Aunque también viajaban otros muchos productos como metales preciosos, ámbar, marfil, especias, coral, etc.

Esta ruta no solo significaba comercio, sino relaciones internacionales e intercambio de cultura. Fue una vía por la que el Budismo se extendió por toda Asia, así como conocimientos nuevos en los campos de la medicina o la astronomía, hasta que con el apogeo del Islam se prohibió la entrada de comerciantes europeos y asiáticos y se buscaron nuevas rutas marítimas dando lugar a la era de los descubrimientos.

ruta de la sedaEn la actualidad muchas de las ciudades que conforman la Ruta de la Seda están conectadas por una vía férrea conocida como El Puente Terrestre Euroasiático, finalizada en 1990. Esta línea que va de China a Kasajistán es utilizada por pasajeros, pero también existe otra conexión desde China a Alemania específica para mercancías. Hoy en día este trayecto dura 13 días en tren hasta Europa y 36 en barco.

Uzbekistán fue un enclave muy importante en esta ruta ya que aseguraba el comercio entre China y Occidente. Khiva, Bukhara y Samarcanda fueron las tres ciudades que se enriquecieron y que suscitaron el interés de Tamerlán y Gengis Kan, dos de los conquistadores más temidos en Asia.

El oasis del desierto

08-Uzb-Khiva-Khuna-Ark-Vistas-0 (2)Khiva o Jiva es la ciudad conocida como el oasis del desierto. Cuenta la leyenda que Sem, hijo mayor de Noé, deambulaba por el desierto. Tras despertar de un sueño excavó un pozo del que brotó agua enseguida y exclamó: “¡Khey Vakh!” o “¡Khiva!” que significa “¡qué agua más fresca y sabrosa!”. Se dice que la ciudad de Khiva creció alrededor de este pozo, que hoy en día se encuentra dentro de la ciudad amurallada.

Khiva se divide en dos partes: el Itchan-Kala es la zona antigua de la ciudad que se encuentra tras unas murallas de adobe y piedra de unos 12 metros de altura, y el Dishon-Kala que es la zona externa a la muralla y la más actual.

17-Uzb-Khiva-Palacio-Tosh-Hovli-0 (13)Escondida entre el polvo del desierto se alza una ciudad repleta de madrasas, mezquitas, palacios y una red intrincada de callejuelas donde es prácticamente imposible no perderse. Para entrar a los monumentos de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad (1990) es necesario pagar un ticket de aproximadamente 6-7 euros por persona. Lo primero que llama la atención al entrar es el majestuoso minarete inacabado Kalta Minor. Es muy recomendable visitar el Kuhna Ark, la residencia de los gobernantes en Khiva, por sus enmarañados patios, sus estancias repletas de azulejos, sus columnas de madera talladas y por supuesto todo ello sin dejar de alzar la vista y prestar atención a los coloridos techos. La zona más alta de este edificio, a la que se accede por una escalera estrecha y en pendiente, ofrece unas vistas espectaculares de toda la ciudad que no te puedes perder.

17-Uzb-Khiva-Palacio-Tosh-Hovli-0 (31) 17-Uzb-Khiva-Palacio-Tosh-Hovli-0 (27)

Otros edificios como la Madrasa Mohammed Rakhim Khan, típica escuela religiosa árabe; la Mezquita de los viernes o Juma, fundada en el siglo X que conserva en una sala de 216 columnas algunas de las originales; el Palacio Tash Kauli, que se divide en tres partes y tiene dos entradas, posee un entramado de patios conectados por oscuros pasillos que se entrelazan formando un laberinto; el complejo Islan Khoja, el cual alberga el inmeso minarete de 45 metros de altura con rayas horizontales de azulejos color turquesa, símbolo de Khiva, y el Mausoleo Pahlavan Mahmud donde se encuentran las tumbas más ornamentadas que verás en la vida.

20140813_150701La guinda de Khiva consiste en subir a la muralla, por cualquiera de las cuatro puertas, y ver como la puesta de sol tiñe de naranja toda la ciudad. Las cúpulas y minaretes abandonan su característico color turquesa y se disfrazan de atardecer, sin duda un punto y final perfecto para despedir a esta ciudad.

DSC_3415Desde Khiva nos desplazamos hacia el sur para llegar a nuestro próximo destino: Bukhara. Dejamos atrás el desierto, los vendedores de melón y sandía, los campesinos trabajando la tierra, las señoras lavando alfombras en la carretera, los burros cargando toneladas de hierba y los bares de carretera donde sirven el grasiento plov, un plato típico de arroz con verduras y cordero, y el aroma de los pinchos en los braseros improvisados. Las dunas del desierto Kyzyl Kum invaden el destartalado camino y la atmósfera  sofocante recuerda a esas caravanas de camellos atravesando la nada cargadas de seda, especias y piedras preciosas.

La perla del Islam

20-Uzb-Bujara-Conjunto-Monumental-Kalon-006Bukhara o Bujara, es conocida como la ciudad sagrada de Asia central o “la perla del Islam” por sus numerosas mezquitas y madrasas. Durante su máximo apogeo llegó a tener más de 360 mezquitas y 80 madrasas, pero en el siglo XIII Gengis Kan arrasó la ciudad y únicamente conservó algunos monumentos por su extrema belleza.

El punto de salida de todos los recorridos por la ciudad se encuentra en la plaza Lyab-i Khauz, su enorme estanque es un lugar de reunión bullicioso, familiar y muy animado por las noches. En la misma plaza se erige la Madrasa de Nadir Divan Begi, conocida por representar en su fachada a Semurg, pájaro legendario que trae la suerte. Las antiguas habitaciones de los alumnos están ocupadas por artesanos y comerciantes y el patio ha sido invadido por un típico salón de té con sus mesas-cama cubiertas de cojines y alfombras de colores.

DSC_4492En Bukara se pueden encontrar tres bazares cubiertos con cúpulas o takis que han sobrevivido a la época medieval. En ellos se venden productos artesanales, pieles, alfombras, cuchillos, instrumentos de música e incluso te ofrecen cambiar dinero.

Sin duda alguna en Bukhara es imprescindible visitar el complejo Poi Kalon, formado por la Madrasa Abdul Aziz Khan y su hermoso portal decorado con estalactitas, pechinas y pinturas; la Mezquita Kalyan, con 288 bóvedas que descansan sobre 208 pilares; el Minarete Kalyan de 46 metros de altura, se dice que es de los pocos monumentos que no destruyó Gengis Kan; y la Madrasa Mir-i-Arab coronada por dos enormes cúpulas azul turquesa. También es interesante visitar la madrasa más pintoresca y representada de Bukhara, la Chor Minor o la “Cuatro Minaretes”; y el Ark, la residencia de los emires, protegida por una poderosa muralla a modo de fortaleza.

17-Uzb-Bujara-Mezquita-Kalon-02530-Uzb-Bukhara-Char-Minar-005Bukhara es una ciudad acogedora, de gente sencilla y amable, volcada con el viajero después de miles de años de comercio e intercambio cultural y orgullosa de su pasado histórico y grandioso. Pero antes de marchar, uno no puede abandonar Bukhara sin admirar las vistas más bellas de toda la ciudad. Al lado del complejo Poi Kalon, donde comienza el laberinto de calles se alza un restaurante típico con una terraza espectacular. Las vistas desde este lugar son hipnóticas, aunque la leve brisa y la sombra también son de gran ayuda.

La ciudad de las mil y una noches

06-Uzb-Samarcanda-Sher-i-Dor-042Samarkanda, una ciudad empapada de maravillas, aventuras y tesoros considerada la joya de la Ruta de la Seda, se fundó hace 2750 años. Cuando Alejandro Magno conquistó Samarkanda dijo: “Todo lo que había oído sobre Samarkanda es verdad, excepto que es más hermosa de lo que había imaginado”. También fue conquistada por el Califato árabe y por Gengis Kan pero se la conoce como la capital del imperio de Amir Timur, o también llamado Tamerlán. ¿Cómo una ciudad 06-Uzb-Samarcanda-Sher-i-Dor-040que alberga tanta belleza puede haber sido erigida por uno de los guerreros más sangrientos y temidos del mundo? Se dice que en sus conquistas perdonaba la vida a los artistas y los llevaba a Samarkanda para que convirtieran la ciudad en una de las más increíbles de Asia, y así fue. Hoy en día sigue siendo una joya arquitectónica y cultural donde el azul y el dorado son protagonistas.

12-Uzb-Samarcanda-Shah-i-Zinda-041La primera e imprescindible parada en esta ciudad es la plaza del Registán, el lugar más emblemático de Asia Central. Este complejo da cobijo a tres majestuosas madrasas. La más importante es la de Ulugbek, donde se enseñaba matemáticas, teología, astronomía y filosofía a más de 100 alumnos; la Sher-Dor, decorada con dos leones (símbolo de la ciudad) y dos soles; y la Madrasa Tilya-Kari, cuyo interior está decorado con pan de oro. Esta plaza fue escenario de numerosas contiendas, proclamaciones reales e incluso ejecuciones públicas, sin duda alguna pisar este lugar te transporta a aquella Samarkanda medieval plagada de mercaderes y azotada por las arenas del desierto.

12-Uzb-Samarcanda-Shah-i-Zinda-050También es muy recomendable ver el Zinda Shaji, un complejo con once mausoleos que se suceden en fila; la mezquita Bibi Janum, que iba  a ser la más impresionante de Asia y hoy está en ruinas; el mausoleo Gur Emir, donde está enterrado Tamerlán y su familia; y el observatorio de Ulugbek, una construcción de 30 metros de altura y 46 de ancho que medía con precisión la posición de las estrellas.

Samarkanda, una ciudad barnizada por los mosaicos azules de sus cúpulas, no sería lo mismo sin la calidez de su gente. A pesar de la invasión de la URSS, son hospitalarios con los extranjeros y mantienen muchas de sus costumbres, las mujeres visten largas batas de colores y pintan su entrecejo de negro, muchas cambian su dentadura por una de oro en señal de poder, y los hombres, algo más humildes en la vestimenta, llevan un gorro cuadrado de diferentes colores según la zona a la que pertenezcan. En cuanto a etnias, solo05-Uzb-Shahrisabz-Mausoleo-Dorus-Saodat-005 hace falta echar un vistazo para darse cuenta de que en Uzbekistán confluyen diferentes pueblos y culturas: tayikos, kazajos, turkmenos, kirguís… Es un país de contrastes, sumergido en medio del desierto y teñido de un brillante azul turquesa en cada rincón, cada mezquita y cada madrasa; pero sobre todo es un país que tras la ocupación rusa comienza a florecer.

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Un comentario sobre “Uzbekistán por la Ruta de la Seda

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