¿Cómo haces para viajar a lugares tan exóticos si es carísimo? ¿cómo te permites tantos días de vacaciones? ¿cómo puedes verlo todo y no dejarte nada? ¡Estás todo el día por ahí! Yo no entiendo cómo lo haces…deberías estar arruinada. Por todos esos comentarios de amigos y conocidos que he escuchado más de una vez, aquí va esta entrada sobre cómo viajar barato y ahorrar dinero durante un viaje. Aunque no hay una fórmula mágica para volver de un viaje con la mitad del presupuesto intacto, sí es verdad que hay una serie de trucos para gastar lo mínimo posible, y así utilizar el dinero que sobre para..¡otro viaje!
1. Vuela cuando salga más barato

Normalmente los vuelos entre semana son más baratos que los fines de semana (y obviamente en temporada baja, pero no todos tenemos vacaciones cuando queremos). Para ser exactos, los días que volar es más barato son martes, miércoles y sábados (los peores: lunes, viernes y domingos). Pero sin duda el mejor día para comprar es el martes a las 15:00, porque es cuando las agencias de viaje actualizan los descuentos que las aerolíneas les han pasado previamente el lunes. Además, compra tu billete con antelación (por ejemplo en navidad para verano), pero ojo, porque algunas aerolíneas solo tienen proyectados sus precios unos meses antes. (Vuelos nacionales: 3 meses, vuelos internacionales: 6 meses, y nunca compres vuelos con menos de 30 días de antelación). Por otra parte, si viajas en grupo es preferible que compres los billetes de uno en uno porque el sistema toma el precio más alto y se lo asigna a todos (aunque fueran más baratos).
Yo normalmente uso el buscador de vuelos Skyscanner porque además de que te muestra de entre todas las aerolíneas los vuelos más baratos, te permite ver una gráfica con los precios de la semana, el mes, etc. Además, si te importa más el dinero que el tiempo, también puedes comprar vuelos con escalas o incluso diferentes compañías o aeropuertos. Eso sí, si compras la ida desde un sitio y la vuelta desde otro, te saldrá más caro.
También puedes escoger compañías de bajo coste como Ryanair, Easyjet o Vueling, llevar poco equipaje (una mochila de mano) o escoger el destino en función de las ofertas de la web.
2. Ahorra en transporte

No hace falta decir que si queremos ahorrar dinero los taxis están vetados. Si vamos a pasar varios días en una ciudad, la mejor opción es comprar una tarjeta recargable tipo Oyster card de Londres. En las ciudades que haya metro, pues metro, ahorraremos no solo dinero, sino tiempo (sin tráfico, ni semáforos…) y además conoceremos la vida cotidiana de la gente. A veces, alquilar una bici es la mejor opción, sobre todo en ciudades como Ámsterdam.
Coge siempre transporte público, olvídate del típico ticket de bus turístico que te venden en aeropuertos o los city tours.
Para los trayectos largos opta por el tren (hay algunos recorridos míticos que son imprescindibles hacerlos en tren) o si quieres ahorrar aún más, un autobús público. Si el trayecto pasa de 7 horas intenta hacerlo por la noche, de esta forma el tiempo se te pasará en un pis pas y además te ahorrarás una noche de alojamiento. Si vas recorrer un país en grupo, un coche de alquiler puede ser una buena opción, mira cómo está la gasolina antes de reservar nada.
Otras opciones son BlaBla car, una plataforma para compartir coche, o si tienes morro y no te importan las comodidades, autostop (más barato que esto no hay nada, pero ojo dónde lo hacéis, por ejemplo en México, más bien no).
3. Duerme por poco dinero o gratis

Yo cuando viajo voy con todo abierto por si surgen cambios de planes o complicaciones, así que los alojamientos los reservo el día antes a través de Booking.com (en Internet hay descuentos que no encontrarás en los lugares físicos y chollos de última hora). La oferta que puedes encontrar aquí es variada: apartamentos, campings, albergues, hotelazos… (obviamente prohibidos). Los albergues suelen ofrecer literas en habitaciones compartidas a buen precio (algunos con desayuno incluido) donde conocerás gente interesante que comparte tu gusto por los viajes (puedes encontrarlos en hostelworld y hostelbookers). Si vais varios, quizás un apartamento es una buena opción. En ciudades como Berlín o Londres, se estila mucho este tipo de alojamiento, pues tienes tu propio espacio por un buen precio. De este estilo, encontramos Airbnb, una plataforma para alquilar viviendas vacacionales. Pero si eres aventurero lo te recomiendo es hacer couchsurfing, es decir, un intercambio de alojamientos que te permite quedarte en casa de un desconocido de forma gratuita.
Además, cuanto más te alejas del centro verás que los precios de los alojamientos bajan, sin embargo comprueba que vale la pena el gasto del transporte antes de lanzarte a las ofertas.
4. La comida callejera te salvará la vida

Quiero que quede claro que soy muy fan de la comida callejera, en primer lugar porque es la mejor forma de conocer la gastronomía de un lugar, ver qué come la gente normal, cómo se preparan los platillos y qué llevan (para después poder reproducirlos en casa). Sí, me encantan los mercados, recorrerlos de un lado a otro y comprar lo que más me llama la atención para acto seguido sentarme en algún bordillo y degustarlo mientras la gente sonríe al verme comer como una indigente. Prefiero esto mil veces que comer en un restaurante de lujo. Porque comer barato no significa comer fast food todos los días que dure el viaje, recordad que los puestos callejeros y mercados son vuestros aliados. Aunque puede sonar cutre, el supermercado también nos ayudará en nuestra misión para ahorrar dinero, podemos comprar yogures y galletas para los desayunos, fruta, paquetes de sandwiches, ¡de todo!
Otra opción es comer en lugares que nos recomienden los lugareños o aquellos locales que veamos que están hasta la bandera, al final los mejores sitios son los que están llenos.
5. Vuélvete astuto como un zorro

Si quieres rascar un par de eurillos, además de regatear todo lo que puedas (mi deporte favorito), es importante que estés al tanto de ofertas, apps y recursos que te facilitarán el viaje. Por ejemplo, descarga mapas offline en el móvil, así como guías de viaje; además de ahorrar dinero también ahorrarás espacio, peso y dolores de espalda.
Lleva siempre encima tu carnet de estudiante, biblioteca, profesor, conducir… lo que sea para aprovecharte de los descuentos en museos y otros recintos. Muchas veces ni los miran (algunos museos son gratuitos determinados días).
Olvídate de llamar por teléfono en el extranjero, ni roaming ni nada, usa Skype o Whatsapp que es gratis y sirve para lo mismo. ¡Y desconecta los datos!
Aprovecha las botellas de agua de cortesía de los hoteles, así como champús, pasta de dientes…¡todo!
No cambies dinero en el primer sitio que veas, infórmate de a cuánto está el cambio oficial e intenta conseguirlo mejor.
Siempre que puedas pagar con tarjeta utilízala porque si pagas todo con efectivo tendrás que sacar o cambiar varias veces y cada vez que lo hagas estás perdiendo dinero.
También puedes pedir la devolución del IVA por productos comprados en el extranjero, aunque deberás conservar todos los tickets de compra (con restaurantes no funciona pero sí con hoteles, por ejemplo).
Y quizás el mejor consejo que puedo darte para ahorrar es llevar las cuentas de todo lo que vas gastando en un libreta. Ser consciente de cuánto has gastado y cuánto te queda es la mejor forma de contenerte con el dinero y ser fiel al presupuesto.